BITTERSWEET VALENTINE'S DAY
(un San Valentín no tan dulce)
—¿Disfrutas tu tarta?—
preguntó Anthony viéndome con una radiante sonrisa iluminando su rostro.
—Claro que sí, está
deliciosa.
La tarta de moras es mi
favorita desde siempre, pero no es la única razón por la cual me siento a gusto
hoy. No fue fácil al inicio, estaba un
poco insegura, pero decidí arriesgarme y ahora Anthony es mi novio, oficialmente.
Es la mejor decisión que pude tomar, no me arrepiento en absoluto. Llevamos
apenas tres meses juntos y la intensidad de nuestro romance puede sentirse a
cuadras a la redonda, tres meses y ahora nuestro primer san Valentín juntos se
sentía realmente bien.
—¿Qué te gustaría hacer
ahora?
—Lo que tú quieras, lo
importante es estar a tu lado—respondí.
—¿Qué tal si damos un
paseo por el centro?
Asentí.
Salimos de la
pastelería tomados de la mano, Anthony me contaba unas experiencias suyas en el
jardín de infantes de Blastville, le escuchaba atentamente mientras pensaba lo
increíble que es que sus padres tengan la mente tan abierta como para enviarlo
a una escuela con niños humanos desde temprana edad. Me hubiera gustado tener
la misma suerte que él.
La tarde se veía
prometedora, pero era muy pronto para hacer un pronóstico.
—¿Anthony?— una voz
femenina mencionó su nombre a nuestras espaldas.
Ambos volteamos en su
dirección, mis ojos se encontraron con una jovencita humana, bajita de rostro
redondo grandes mejillas sonrosadas y un cuerpo robusto. Intercambiamos una
mirada preguntándonos “quién es”.
La chica sonrió de
oreja a oreja y soltó una risita aguda.
—Soy Jackeline Newman,
del jardín de infantes ¿Recuerdas?
—Ah sí.
Hablando del pasado,
¡qué oportuna!
Anthony no parecía
emocionado como ella por el repentino encuentro.
—No has cambiado mucho—
se acercó a él y poniéndose de puntillas logró jalarle las mejillas.
Carraspeé sonoramente
para que la chica quitara las manos de mi novio. Me dedicó una mirada fría y se
alejó de Anthony.
—¿Qué haces por aquí?—
preguntó la chica.
—Decidí pasear en san
Valentín con mi novia, Samantha— me colocó una mano por la cintura acercándome
a él. Elevé una mano para saludarla, intenté ser amable y sonreír. Las
facciones de Jackeline se apretaron presa del disgusto.
—Uh, ya veo.
—Fue un gusto verte
Jackeline, ahora debemos irnos…
—¡Espera Anthony! Yo
también voy por ahí… los acompaño.
Genial, si no se nota
es sarcasmo.
Durante el camino
Jackeline, perdón Jackie (prácticamente nos obligó a llamarla así) llenó a
Anthony de preguntas a las cuales él se limitó a dar respuestas breves, ella
parecía cada vez más y más interesada en mi novio y yo empezaba a sentirme
invisible entre ellos.
Anthony decidió ir por
unos frappés y por pura casualidad el cielo se llenó de nubes grises, reflejando mi creciente mal humor.
Tomamos asiento en una mesa para dos, Jackie se apresuró en traer una silla
libre y unirse a nosotros. Apreté la pierna de Anthony debajo de la mesa para
hacerle saber que la presencia de su amiguita me estaba llevando al límite.
Ella comenzó ahora a
hablar de sí misma, los miles de viajes que hizo, de cómo escaló el Everest,
como casi muere ahogada en el amazonas, hasta cosas típicas de la escuela
secundaria, etc, etc, Jackie no paraba de mover la boca. Bebí mi frappé
rápidamente esperando congelar mi cabeza y dejar de escucharla, pero no sucedió.
Mis manos empezaron a apretar el vaso de plástico, tanto que pude destruirlo.
Hasta que el sonido del
puño de Anthony contra la mesa marcó el silencio entre nosotras. Él
irradiaba un aura oscura que jamás había notado antes, alzó la mirada hacia
Jackie.
—Mira, Jackeline, ya
fue suficiente, he tratado de ser amable pero no podemos soportarte más. Estás
incomodando a mi novia y haz rebasado mi paciencia, Vete, ahora.
Jackie se quedó
sorprendida, al borde las lágrimas alzó su bolso de la mesa y se retiró
rápidamente.
Resoplé y dejé mi
espalda descansar en el respaldo de la silla. En verdad pensé que jamás se iría
y que tendríamos que llevarla con nosotros hasta Blackmount y cargar con ella
de por vida.
Anthonyse relajó
gradualmente, tomó mi mano entre las suyas y la besó. Me sonrojé al instante.
—Lo lamento cariño.
Espero que esto no arruine nuestro día juntos.
—Estuvo a punto pero
gracias a ti se fue.
—No quise ser grosero…
—Para nada, fue
completamente justo.
Sonrió, abandonamos el
café para caminar por la ciudad sin rumbo,
tomados del a mano, aunque no me dijera nada, con solo sentir su
contacto estaría bien, no pediría nada más.
Anthony detuvo nuestro
andar y se quedó de pie frente a mí, tomó mi rostro suavemente entre sus manos
y se inclinó hacia mí para besarme. Un beso cálido, lleno de amor, de ternura
que sólo él podía transmitirme a tal intensidad.
Una sensación mojada en
el resto de mi rostro me desconcentró, abrí los ojos de inmediato. Llovía a
cántaros, Anthony y yo reímos, tomados de la mano corrimos tan rápido como era
normalmente posible hasta llegar a su casa.
—Será mejor que tomemos
un baño caliente, si no cogeremos un refriado— me dijo.
—Está bien.
Anthony se adelantó.
Subí las viejas
escaleras lentamente, la ropa me pesaba, me sentía atrapada dentro de mis
propias prendas. Anthony me condujo hasta el baño con los ojos cubiertos por
sus palmas, al llegar noté que la tina estaba llena de pétalos de rosas.
—¿Y esto?
—Quería que sea
especial.
Me quedé sorprendida. Anthony
lentamente se deshizo de mi ropa, le ayudé con sus prendas también. Me sentí un
poco avergonzada, nunca antes un chico me había visto en ropa interior y nunca
antes estuve tan cerca de un chico tan lindo semidesnudo. Bueno, Anthony es mi
novio supongo que está bien.
No las ingeniamos para
entrar en la tina, el me jaló y me abrazó contra su pecho. Una sensación cálida
recorrió todo mi cuerpo.
—Sam, te amo— Susurró a
mi oído.
—Pero yo te amo más.
Tal vez pasamos más de
media hora ahí, muy juntos, hablando de nosotros y lo mucho que nos queríamos,
los sueños y las cosas que queríamos lograr juntos.
Nuevamente no me
arrepentía de nada, y debería agradecerle a Jackie por retrasarnos tanto y
lograr que pasáramos este increíble momento juntos. Me pregunto si ella querrá
vernos nuevamente.
Hahahaahah qué chica más inoportuna. Thony se puso los pantalones y echó a la entromertida ouó
ResponderEliminarDebo admitir que algo de eso me llegó, odiaría que al estar de lo más contenta con mi chico, llegara alguna desubicada a molestar... y eso q soy tolerante y pacífica (dentro de lo que mi limite me permite e.e)
Lindo romance el de esos tortolitos >u<
owww querida! claro que sí. cualquier chica así colma nuestra paciencia, ya te hacías extrañar ^^ :3
EliminarQue bonita historia con mi personaje favorito ANTONY el debe ser el mas poderoso¡
ResponderEliminarQue bueno que te gustó :)
Eliminarsin muchas palabras¡¡¡ solo lindooo
ResponderEliminarGracias Pámela!! :)
Eliminarme gusto
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